Próxima b, un exoplaneta potencialmente habitable.
Un equipo de astrónomos ha encontrado evidencias claras de la presencia de un planeta similar a la Tierra orbitando alrededor de Próxima Centauri, una estrella que se encuentra a 4.2 años luz de la Tierra, lo que la convierte en la más cercana al Sol fuera de este sistema.
Pero uno de los hallazgos que lo hacen todavía más interesante es que, al encontrarse en una zona de habitabilidad, es decir, con condiciones de temperatura que permiten la existencia de agua, es un candidato para buscar vida.
A este mundo, que ha llevado años descubrir, se le ha denominado Próxima b. Su masa es parecida a la del nuestro, gira cada 11 días alrededor de la vecina estrella y sus resultados se dieron a conocer en la revista Nature.
Se trata de una fría enana roja, demasiado débil para observarla a simple vista, aunque vecina de un sistema estelar mucho más brillante y popular: Alfa Centauri, al que seguramente pertenece, explican los investigadores en el artículo científico.
“Dedicamos dos años a diseñar esta campaña (Pale Red Dot), que ha observado Próxima Centauri; es verdaderamente emocionante saber que hay un planeta parecido a la Tierra en torno a la estrella más cercana a nosotros”, dijo Guillem Anglada, el investigador encargado de llevar el estudio desde la Universidad Queen Mary de Londres.
¿Cómo y qué se logró?
Usando una técnica de búsqueda de exoplanetas conocida como espectroscopía Doppler o de velocidad radial, los investigadores detectaron el ligero tirón gravitatorio que el planeta ejercía sobre su estrella. Éste la obliga a dibujar una pequeña órbita y se traduce en oscilaciones en su luz, que los científicos pudieron medir.
Durante el primer semestre del 2016, Próxima Centauri ha sido observada regularmente con el espectrógrafo HARPS del telescopio de 3.6 metros que tiene el Observatorio Europeo Austral (ESO) en La Silla (Chile), y monitorizada simultáneamente con otros telescopios de todo el mundo. Los datos se han comparado con los que registró el instrumento UVES, también de ESO, en años anteriores.
Pero ¿cómo se busca la vida en otros mundos?
Cristina Rodríguez López, investigadora del IAA y coautora del trabajo, ha explicado que lo primero para ver si un planeta tiene vida, como la conocemos, es la presencia de agua a través del vapor de agua en su atmósfera.
Luego, para ver si tiene atmósfera, un primer paso es comprobar que el planeta transite o eclipse su estrella; si esto es así, “analizamos con un espectrógrafo la luz de la estrella mientras el planeta la eclipsa y la composición de su atmósfera”, comentó la investigadora.
Fuente: eleconomista.com.mx