Philae en silencio…
Los científicos están probando distintos comandos para tratar de optimizar las funciones del modulo, según explicó hoy en un comunicado el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), que se encarga de descifrar la información que envía Philae. «En la telemetría recibida hemos observado signos de que Philae ha podido moverse, con lo que sus antenas quizá están más ocultas o su orientación ha cambiado«, apunta en una nota el director del proyecto Philae en el DLR, Stephan Ulamec.
Los últimos datos enviados por el módulo mostraban que sus paneles estaban recibiendo gran cantidad de luz solar y que contaba con energía suficiente para funcionar, pero el patrón ha cambiado claramente entre junio y julio y no puede explicarse sólo por el curso de las estaciones en el planeta.
Ulamec recuerda que la llegada de Philae al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko el pasado 12 de noviembre, un hito de la Agencia Espacial Europea (ESA), no fue sencillo, ya que acabó posándose en una zona oscura y rocosa, tras tres aterrizajes y dos rebotes. Se detuvo finalmente en el borde de un cráter y en un terreno desigual, con lo que el mínimo movimiento, tal vez empujado por la liberación de gases en la superficie del planeta, ha podido dejar a sus antenas obstruidas por objetos situados por encima del módulo.
Otra de las hipótesis que barajan los científicos es que una de las dos unidades radiorreceptoras de Philae hayan sufrido algún daño y que una de las unidades de transmisión no funcione con normalidad. Según explica el DLR, Philae está programado para encender de forma alternativa y periódicamente sus transmisores, por lo que esos fallos podrían explicar que la comunicación sea tan irregular.