Roger Sperry y el cerebro dividido
Este científico analizó las diferentes formas de “ver el mundo” que tienen ambos hemisferios, (trabajando con personas que habían sufrido graves traumas cerebrales y del cuerpo calloso) y llegó a la conclusión de que cada uno de ellos, aunque contienen áreas de percepción funcionalmente similares, por ejemplo en su parte posterior contienen el área auditiva y visual, perciben la información disponible de manera muy diferente.
Si trazamos una línea divisoria imaginaria en la visión de cualquier imagen, podemos observar perfectamente la separación real en la percepción de nuestros hemisferios cerebrales, así el lado izquierdo de nuestro cerebro “manda” en el espacio correspondiente al espacio visual del ojo derecho (por el cruce de los nervios de ambos ojos en su camino hacia el cerebro). Ambos lóbulos están, perfectamente conectados, pero si no fuera así, y uno de los dos “fallara”, perderíamos facultades muy importantes, por ejemplo el habla y el lenguaje en general, en el caso de lesiones en el hemisferio izquierdo, o el reconocimiento de lugares, personas… , si se tratase del hemisferio derecho.
Y una escuela Reduccionista, Materialista, que analiza el mundo a partir de los fragmentos que “su” realidad le proporciona… ajustándose a los parámetros de acción del hemisferio izquierdo, (Demócrito,Espinoza, Diderot, Lamettrie, Holbach, Marx, Engels, Bakunin…).
De todas formas, es imposible etiquetar muchas y magníficas mentes pensantes, que han tenido un magnífico “equilibrio cerebral”, Platón, Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, Kant… y tantos otros.
“De acuerdo con la visión de la consciencia, los valores éticos y morales, se convierten en una parte integrante de la neurología. No pueden ser reducidos ni concebidos en la fisiología cerebral. Son determinantes universales en todas las decisiones que toman los seres humanos : constituyen la razón más poderosa que da forma a los acontecimientos mundiales”. Sperry considera que el Holismo, aplicado al funcionamiento cerebral, revela unas sorprendentes cualidades que emergen. Idea un nuevo concepto, que llama “Mentalismo” y con él ofrece una explicación de cómo las propiedades que hasta el momento atribuíamos a la mente, han llegado a evolucionar (y continúan haciéndolo) en un sistema “material”, físico, como es el cerebro.
Para Sperry, el mayor de los atributos cerebrales es la consciencia, y ésta es fruto de la enorme complejidad orgánica que lleva a unos organismos a evolucionar en otros, cada vez más complejos, lo mismo que la complejidad que lleva a nuestro cerebro a desligarse de una forma cada vez más elaborada, de los impulsos primitivos.