El problema de la basura electrónica
Muchos aparatos electrónicos tienen una vida cada vez más corta y están cargados de metales pesados muy dañinos para la salud. De acuerdo a informes de la ONU el planeta se encuentra en riesgo. En el año 2000 se produjeron alrededor de 10 millones de toneladas de desechos electrónicos, siendo actualmente unos 50 millones, equivalente a ocho veces el peso de la gran pirámide egipcia de Guiza.
La basura per cápita producida varía según la riqueza y consciencia ambiental de cada país, y va desde los 63 kilos que genera un catarí, pasando por los casi 30 de un estadounidense, los 23 de un alemán, los 18 de una español, los 9 de un mexicano, los 7 de un brasileño o los 620 gramos de un maliense.
Materiales como el plomo, el mercurio, el cadmio o el zinc pueden ser una fuente contaminante a largo plazo si no se los recicla de forma adecuada.
Para dar una respuesta a esta situación, la ONU ha lanzado la Iniciativa StEP, con el objetivo de promover la reutilización y aumentar el ciclo vital de los productos electrónicos.
Ruediger Kuehr, secretario ejecutivo de StEP, reconoce que aunque éste es un problema medioambiental subestimado, al menos comienza a figurar en la agenda política internacional.
La cuestión de fondo es que “sólo una pequeña parte del material electrónico se recicla en países como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos”, recuerda Kuehr.
Si en el mundo desarrollado la falta de reciclaje electrónico se debe a la escasa concienciación, en los países en desarrollo es por simple ausencia de infraestructuras para ello.
Kuehr afirma que algunas empresas tecnológicas han comenzado a tomar “cierta responsabilidad sobre la basura electrónica generada” mediante distintos programas, pero carga sus críticas en el consumidor que demanda tecnología al menor costo posible.
Por eso, Kuehr aboga por campañas públicas y educativas para concienciar sobre este problema y sobre su impacto en el medio ambiente, y aclara que si no se da respuestas a esta situación “será difícil crear innovaciones tecnológicas sostenibles” en el futuro.