Regeneración del corazón a partir de sangre de salamandras
Imagine que un agujero en su corazón se pueda rellenar mediante una regeneración de tejido orquestada por el propio corazón. Aunque esa posibilidad todavía está siendo explorada para las personas, es una realidad en salamandras o tritones. Las enfermedades cardíacas son una causa importante de muertes en el mundo. Las medidas preventivas como tener una alimentación y estilo de vida saludables ayudan a protegerse contra ellas, pero si se daña el corazón, a menudo es necesario aplicar sofisticados tratamientos y procedimientos quirúrgicos, y el tejido dañado no se puede regenerar de manera convencional, algo que ha motivado la búsqueda de alternativas basadas en células madre, e inspiradas a veces en la capacidad de regeneración cardiaca que sí poseen de modo natural algunos animales.
Se sabe, desde hace siglos, que los salamándridos regeneran sus extremidades. Si pierden una pata o la cola, les volverá a crecer en pocas semanas. En años recientes, se ha investigado sobre si este fenómeno externo también se produce internamente en el caso de un órgano tan importante como es el corazón. Habiéndose comprobado que sí, el equipo de Stanley Sessions y Grace Mele, del Hartwich College en Oneonta, Nueva York, Estados Unidos, ha realizado experimentos para profundizar en la cuestión así como verificar la magnitud de este proceso de regeneración cardíaca y algunos detalles del mismo. El equipo ha comprobado que si retira quirúrgicamente una parte del corazón del animal, se regenera en unas seis semanas. De hecho, se le puede eliminar hasta medio corazón, y todavía se regenerará por completo.
Sobre cómo una salamandra podría vivir con sólo una parte del corazón, se ha verificado que se forma un coágulo en el punto de la extirpación, el cual actúa de forma muy similar al corcho que tapona una botella de vino. El coágulo evita que el anfibio muera desangrado. ¿De qué está hecho este «corcho»? En parte, de células madre, bien conocidas por poder dar lugar a células de diversas clases. Las células madre embrionarias, por ejemplo, pueden generar cualquier tipo de célula del cuerpo y por tanto tienen un potencial prometedor para terapias de regeneración de órganos y tejidos.
El equipo de Sessions y Mele ha constatado que al menos algunas de las células madre usadas para la regeneración del corazón en salamándridos provienen de la sangre. En los resultados de experimentos recientemente hechos públicos, estos científicos han verificado que la sangre en circulación de los salamándridos contiene células madre que pueden ser reclutadas para la regeneración. Lo que en los últimos años la comunidad científica ha ido descubriendo sobre la capacidad de regeneración de salamándridos podría quizá servir para idear en el futuro nuevas y potentes terapias con las que regenerar, de manera fácil y extensa, zonas dañadas en corazones humanos. Conociendo a fondo cuáles son los genes responsables de esa regeneración en los salamándridos, tal vez sea posible identificar vías genéticas equivalentes en el Ser Humano e inducir dichos procesos de regeneración extensa en personas con problemas severos de corazón.